Vape desechable con 0 nicotina
Los cigarrillos electrónicos utilizan un dispositivo alimentado por pilas que calienta un líquido para formar vapores -o, más exactamente, aerosoles- que el usuario puede inhalar (de ahí lo de “vaping”). Estos dispositivos calientan diversos aromas, nicotina, marihuana u otras sustancias potencialmente dañinas. La nicotina es adictiva, por supuesto. Y aunque este hecho aparece de forma destacada en la publicidad, sabemos por experiencia con los cigarrillos normales que las advertencias no siempre funcionan.
No está del todo claro con qué frecuencia el vapeo puede provocar problemas pulmonares o quiénes corren mayor riesgo. Por ejemplo, ¿los problemas pulmonares son más comunes entre los vapeadores que ya tienen problemas respiratorios (como el asma) o que fuman otras sustancias, como los cigarrillos normales o la marihuana? ¿Es más frecuente entre los más jóvenes?
Además del placer que aporta el vapeo, algunas pruebas sugieren que el vapeo ayuda a algunas personas a dejar de fumar (aunque otras pruebas sugieren lo contrario). No está claro cómo se compara con un parche de nicotina u otros métodos para dejar de fumar. Hasta ahora, la FDA no ha aprobado el vapeo como método para dejar de fumar. Además, muchos fumadores que utilizan el vapeo siguen usando tanto cigarrillos como cigarrillos electrónicos.
Efectos secundarios del vapeo
Los cigarrillos electrónicos (o “vape pens”) calientan un líquido hasta que se convierte en vapor, que se inhala. El líquido (e-líquido o “vape juice”) puede contener nicotina o destilado o aceite de marihuana. Los cigarrillos electrónicos pueden ser recargables o precargados con cartuchos que contienen el e-líquido. Los cigarrillos electrónicos precargados (llamados “Puff Bars”) están diseñados para un solo uso. Después de dar un cierto número de “caladas”, el usuario tira el dispositivo.
Riesgos para el cerebro: La nicotina afecta al desarrollo del cerebro. Esto puede dificultar el aprendizaje y la concentración. Algunos de los cambios cerebrales son permanentes y pueden afectar al estado de ánimo y a la capacidad de controlar los impulsos en la edad adulta.
Toxinas (venenos): El vapor producido por los cigarrillos electrónicos no está hecho de agua. El vapor contiene sustancias químicas nocivas y partículas muy finas que se inhalan en los pulmones y se exhalan en el medio ambiente.
Ir en contra de la publicidad de las empresas tabacaleras: Muchos cigarrillos electrónicos son fabricados por las mismas empresas que producen cigarrillos normales. Su marketing se dirige a los jóvenes creando sabores divertidos para los cigarrillos electrónicos y mostrando a gente joven y sana fumando. Intentan convertirte en su próximo cliente de por vida.
Cigarrillo electrónico vape
La diferencia entre fumar y vapear es que fumar suministra nicotina quemando tabaco, lo que puede causar enfermedades relacionadas con el tabaquismo, y vapear puede suministrar nicotina calentando un líquido de una forma mucho menos dañina.
Aunque la nicotina es adictiva, no provoca cáncer. Entender la nicotina y el vapeo. Algunas personas se vuelven adictas a la nicotina después de fumar unos pocos cigarrillos”. Lee más sobre la nicotina en smokefree.org.nz
Al fumar, la cantidad de nicotina de los cigarrillos suele ser fija, y la cantidad que se obtiene depende de cómo se fume. En el vapeo, la cantidad de nicotina depende de la potencia del e-líquido que elijas y de la forma en que lo hagas.
El vapeo proporciona sensaciones similares a las de fumar un cigarrillo. Proporcionan sensaciones de sabor y de garganta que se acercan a las de fumar”. (Electronic Cigarettes for Smoking Cessation, Cochrane Review April 2021).
‘El menor coste de los cigarrillos electrónicos, así como su capacidad para ayudar a los encuestados a dejar o reducir el consumo de tabaco, fueron también razones comunes citadas para su uso.’ (Evaluación del Ministerio de Sanidad de los aumentos del impuesto sobre el tabaco como contribución al programa “Smokefree 2025”, informe final de 2018)
¿Es seguro vapear sin nicotina?
En el mundo de los vicios populares, el vapeo sigue siendo el Salvaje Oeste: no existe una gran regulación oficial, las normas no están firmemente establecidas y el impacto social, cultural y de salud pública del vapeo aún no está realmente claro. Al fin y al cabo, el vapeo no lleva el tiempo suficiente como para ver estudios o efectos a largo plazo. No disponemos de miles y miles de páginas de investigación sobre cómo afecta el vapeo al cuerpo, como ocurre con el tabaquismo convencional, y gran parte de lo que sabemos sobre el vapeo es una mezcla de pruebas circunstanciales, pruebas anecdóticas y opiniones subjetivas y conjeturas. Así que las grandes preguntas: ¿es el vapeo malo para ti? ¿Es el vapeo una droga? ¿Tiene efectos secundarios? – siguen en el aire.
Todo el mundo sabe cómo funciona el tabaquismo: el tabaco seco y desmenuzado se envuelve en un tubo de papel, al que se le prende fuego por un extremo, mientras el fumador inhala el humo por el otro. Resulta que vaping es sólo un poco más complicado, aunque requiere mucha más electrónica. En el vaping, un dispositivo (el vape pen o vape mod) calienta un líquido volátil en un cartucho, que el usuario inhala desde el dispositivo. Eso es todo; en lugar de quemar tabaco, un vape simplemente convierte un líquido en vapor (¡oh, de ahí el nombre!).