
Efectos secundarios del vaping
Los artículos de Verywell Health son revisados por médicos certificados y profesionales de la salud. Estos revisores médicos confirman que el contenido es exhaustivo y preciso, y que refleja las últimas investigaciones basadas en la evidencia. El contenido se revisa antes de su publicación y en caso de actualizaciones sustanciales. Obtenga más información.
21/10/2019 ACTUALIZACIÓN: Recientemente se han asociado enfermedades con el uso de cigarrillos electrónicos (vaping). Dado que aún se desconocen las causas específicas de estos casos de lesiones pulmonares, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan abstenerse de todos los productos vaping.
Si padece una afección respiratoria como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), es importante que tenga en cuenta todos los datos antes de utilizar los cigarrillos electrónicos, conocidos popularmente como e-cigarrillos.
Introducidos por primera vez en el mercado en 2003, estos dispositivos se promocionaron como una forma de reducir el consumo de cigarrillos. Cuando se padece una enfermedad pulmonar, dejar de fumar es sin duda el aspecto más importante para cuidar la salud. Sin embargo, no existen pruebas que apoyen el uso de los cigarrillos electrónicos como estrategia eficaz para dejar de fumar.
Dejar de fumar con el vape
El vapeo está ganando popularidad en todo el mundo. Los usuarios lo encuentran poco a poco más útil y agradable. Los cigarrillos electrónicos están siendo adoptados por millones de fumadores. Sin embargo, en el ámbito público hay muchas perspectivas diferentes sobre el vapeo.
Tal vez se haya encontrado con un artículo en el que se promocionan los beneficios para la salud del vapeo o con otro que lo describe como un hábito perjudicial. Es cierto que existe una persistente preocupación por su seguridad. A pesar de los titulares sensacionalistas que afirman que el vapeo es peligroso, las investigaciones médicas demuestran que es mucho más seguro y limpio que fumar.
La ventaja más obvia y principal del vaping es que no emite el humo maloliente asociado al consumo de tabaco. Es posible que haya escuchado a otras personas hablar de ello o lo haya visto en las noticias. El olor a cigarrillo se queda en la ropa, el pelo y otros objetos del hogar.
Siento decirlo, pero la mayoría de los fumadores tienen un olor similar al de un cenicero. Vapear es un 95% más seguro que fumar, según las conclusiones de un gran estudio realizado por el Royal College of Physicians, uno de los institutos más prestigiosos del mundo, con 35.000 médicos. Dado que el vaping no implica una combustión como la de fumar, no se crean cenizas, alquitrán ni humo, lo que proporciona algunos beneficios para la salud del usuario. Por último, se obtiene una mejor limpieza dental, respiratoria y de la piel, así como una mayor circulación sanguínea y un mejor sentido del olfato y del gusto.
Estudios sobre el cigarrillo electrónico
Los cigarrillos electrónicos utilizan un dispositivo alimentado por pilas que calienta un líquido para formar vapores -o, más exactamente, aerosoles- que el usuario puede inhalar (por tanto, “vaping”). Estos dispositivos calientan diversos aromas, nicotina, marihuana u otras sustancias potencialmente dañinas. La nicotina es adictiva, por supuesto. Y aunque este hecho aparece de forma destacada en la publicidad, sabemos por experiencia con los cigarrillos normales que las advertencias no siempre funcionan.
No está del todo claro con qué frecuencia el vapeo puede provocar problemas pulmonares o quiénes corren mayor riesgo. Por ejemplo, ¿los problemas pulmonares son más comunes entre los vapeadores que ya tienen problemas respiratorios (como el asma) o que fuman otras sustancias, como los cigarrillos normales o la marihuana? ¿Es más frecuente entre los más jóvenes?
Además del placer que aporta el vapeo, algunas pruebas sugieren que el vapeo ayuda a algunas personas a dejar de fumar (aunque otras pruebas sugieren lo contrario). No está claro cómo se compara con un parche de nicotina u otros métodos para dejar de fumar. Hasta ahora, la FDA no ha aprobado el vapeo como método para dejar de fumar. Además, muchos fumadores que utilizan el vapeo siguen usando tanto cigarrillos como cigarrillos electrónicos.
Evali
Hay muchas ideas erróneas sobre los peligros de los cigarrillos electrónicos, sobre todo entre los jóvenes y los que creen que son más seguros que los cigarrillos de tabaco. Estas ideas erróneas pueden estar llevando a muchos más jóvenes a utilizar los cigarrillos electrónicos.
De hecho, los Centros de Control de Enfermedades informan de que el aumento anual de jóvenes que usan cigarrillos electrónicos está creciendo rápidamente. Aproximadamente 1,5 millones de jóvenes más usaron cigarrillos electrónicos en 2018 que en el año anterior, aumentando el uso total entre los jóvenes a unos 4,9 millones. Alrededor de uno de cada cinco estudiantes de secundaria son usuarios de cigarrillos electrónicos, o el 20,8 por ciento, junto con alrededor del 4,9 por ciento de los estudiantes de secundaria.
Aunque el “vaping” es ciertamente menos dañino que fumar cigarrillos de combustible, no está en absoluto exento de riesgos para la salud. Según un informe de la red JAMA, la investigación médica ha descubierto que los peligros de los cigarrillos electrónicos incluyen enfermedades cardiovasculares y respiratorias y deterioro cognitivo. Esto es especialmente preocupante en el caso de los adolescentes, cuyos cuerpos aún se están desarrollando. Las mujeres embarazadas también deberían evitar el consumo de cigarrillos electrónicos, ya que pueden causar daños al feto e incluso la muerte.