
Cigarrillo E
El líquido (a veces denominado e-juice) de un producto para vapear contiene una combinación de ingredientes, entre los que suelen figurar la nicotina (la droga altamente adictiva que se encuentra en los productos del tabaco), el propilenglicol, la glicerina vegetal y los aromas. Muchas de estas sustancias se consideran seguras para la ingestión (comer); sin embargo, cuando estos líquidos se calientan crean nuevas sustancias químicas que pueden no ser seguras para inhalar. Por ejemplo, el proceso de calentamiento puede crear sustancias químicas como el formaldehído y otros contaminantes como el níquel, el estaño y el aluminio.
Hay más de 7.000 sabores de e-juice disponibles para atraer a los jóvenes canadienses y a los niños. Van desde el algodón de azúcar hasta el chocolate o el mango. Los jóvenes se sienten más atraídos por los sabores que cualquier otro grupo. De hecho, más del 83% de los jóvenes consumidores de cigarrillos electrónicos (de 15 a 19 años) afirman utilizar vaporizadores con sabor a frutas y caramelos o postres. Adornar un producto basado en la nicotina con nombres con sabor a caramelo o postre oculta el daño del producto y aumenta su atractivo. Los e-juices aromatizados son más de lo que se esconde detrás del vapor.
El peligro del vapeo
El consumo de cigarrillos es la principal causa de enfermedad y muerte prematura en Estados Unidos. Aunque el consumo de cigarrillos ha disminuido lentamente en Estados Unidos, muchas alternativas han ganado en popularidad.
Los cigarrillos electrónicos también se conocen como e-cigarettes, e-cigs, vape pens, o vapor cigarros. Estos dispositivos pueden parecerse a los cigarrillos tradicionales, a los bolígrafos o a las memorias USB. Pueden funcionar con pilas o ser recargables.
Los cigarrillos electrónicos no queman tabaco. En su lugar, tienen cartuchos llenos de un líquido que puede contener aromatizantes, nicotina, aceites de tetrahidrocannabinol (THC) o cannabinoides (CBD) y otras sustancias químicas. El cigarrillo electrónico calienta las sustancias químicas líquidas hasta convertirlas en un vapor que la persona inhala, por lo que su uso suele denominarse “vaping”.
Aunque los tipos y concentraciones de toxinas varían según la marca y el dispositivo, todos los cigarrillos electrónicos contienen sustancias nocivas. Sólo están disponibles en Estados Unidos desde 2006. Por ello, la investigación sobre sus riesgos para la salud a largo plazo es limitada. Debido a los riesgos, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) dio los primeros pasos hacia la regulación de estos productos en 2016, aunque todavía hay una regulación limitada del contenido de los e-líquidos y de los dispositivos.
Vaping vs. fumar
Vaping es el término que se utiliza a menudo para describir el acto de usar un cigarrillo electrónico. Los cigarrillos electrónicos son dispositivos que funcionan con pilas y que calientan una solución líquida -que normalmente, aunque no siempre, contiene nicotina- convirtiéndola en un vapor que se puede inhalar. Si la mezcla básica de nicotina no es apetecible, muchos sabores, como el de menta, manzana y otros, pueden hacer que el vapeo sea atractivo, especialmente para los adolescentes.
Por desgracia, los adolescentes de hoy, e incluso los preadolescentes, saben más sobre el vapeo que sus padres. Los cigarrillos electrónicos y el vapeo forman parte de una tendencia que se remonta al menos a nueve años atrás en EE.UU. El vapeo se publicitó por primera vez como una alternativa más segura a fumar tabaco, y se puso de moda porque no contenía los carcinógenos o alquitranes que se encuentran en la mayoría de los productos de tabaco para fumar. Además, se suponía que el vapeo eliminaba los peligros del humo de segunda mano para los que estaban cerca.
Los estudios han demostrado que puede ser más difícil dejar una adicción a la nicotina que una adicción a la heroína. La mayoría de los debates sobre cómo ayudar a los adolescentes a dejar de fumar no tienen en cuenta que ya pueden ser adictos. En muchos casos, los adolescentes que se encuentran en esta fase pueden necesitar un sustituto o medicamentos, como el bupropión, para ayudar a frenar los antojos que pueden ser abrumadores.
Fumadores que
Los cigarrillos electrónicos (o “vape pens”) calientan un líquido hasta que se convierte en vapor, que se inhala. El líquido (e-líquido o “vape juice”) puede contener nicotina o destilado o aceite de marihuana. Los cigarrillos electrónicos pueden ser recargables o precargados con cartuchos que contienen el e-líquido. Los cigarrillos electrónicos precargados (llamados “Puff Bars”) están diseñados para un solo uso. Después de dar un cierto número de “caladas”, el usuario tira el dispositivo.
Riesgos para el cerebro: La nicotina afecta al desarrollo del cerebro. Esto puede dificultar el aprendizaje y la concentración. Algunos de los cambios cerebrales son permanentes y pueden afectar a tu estado de ánimo y a tu capacidad para controlar tus impulsos cuando seas adulto.
Toxinas (venenos): El vapor producido por los cigarrillos electrónicos no está hecho de agua. El vapor contiene sustancias químicas nocivas y partículas muy finas que se inhalan en los pulmones y se exhalan en el medio ambiente.
Ir en contra de la publicidad de las empresas tabacaleras: Muchos cigarrillos electrónicos son fabricados por las mismas empresas que producen cigarrillos normales. Su marketing se dirige a los jóvenes creando sabores divertidos para los cigarrillos electrónicos y mostrando a gente joven y sana fumando. Intentan convertirte en su próximo cliente de por vida.